sábado, 20 de noviembre de 2010
Un filme que denuncia al gigante de transgénicos
El documental "El Mundo según Monsanto", difundido el martes por la televisión francoalemana Arte, traza la historia del principal fabricante de organismos genéticamente modificados (OGM), cuyos granos de soja, maíz y algodón se propagan por el mundo pese a las alertas ecologistas.
La directora, la francesa Marie-Monique Robin, centró su película -y un libro del mismo título- en la empresa de Saint-Louis (Misuri, EEUU), que en más de un siglo de existencia fue fabricante del PCB (piraleno), del agente naranja usado como herbicida en la guerra de Vietnam y de hormonas de incremento de la producción láctea prohibidas en Europa.
El documental señala los peligros resultantes del crecimiento exponencial de los cultivos de transgénicos, que en 2007 cubrían 100 millones de hectáreas, con propiedades genéticas patentadas en un 90% por Monsanto.
La investigación, de tres años, se basó en miles de documentos oficiales, publicaciones científicas y artículos encontrados en Google.
La pesquisa la llevó a Estados Unidos y países como India, Paraguay, Brasil o México, cotejando las virtudes proclamadas de los OGM con realidades que a menudo son las de campesinos hundidos por las deudas con la multinacional, las de personas que sufren problemas de salud a proximidad de las plantaciones o las de variedades originales de granos amenazadas por las especies transgénicas.
James Maryanski, ex coordinador de biotecnologías de la Administración de Alimentos y Medicamentos (Food and Drug Administration, FDA) de Estados Unidos, reconoce que la autorización de comercialización de los OGM en 1992 fue "política", dado que la cuestión estaba todavía en plena discusión.
Monsanto tiene la patente de los OGM "Roundup Ready", resistentes a ese potente herbicida que contaminaría entretanto cultivos de plantas comestibles a proximidad.
Robin relató en entrevistas divulgadas por la promoción de la película que trató en vano de obtener respuestas de Monsanto a todos esos interrogantes, pero que la compañía decidió "no avalar" su película.
Optó entonces por basarse en centenares de documentos, conferencias y declaraciones de la empresa, e ir a verificar in situ si las cosas eran tan idílicas como el lema de la compañía, "Alimento, Salud, Esperanza", lo daban a entender.
Un capítulo del libro, titulado "Paraguay, Brasil, Argentina: la República unida de la soja", relata el ingreso de ese cultivo en esos países, que figuran hoy entre los mayores productores del mundo, a través de una política de hechos consumados que obligó a las autoridades de Paraguay y Brasil a legalizar centenares de hectáreas plantadas con granos contrabandeados.
La legalización benefició obviamente a Monsanto, que pudo cobrar así las royalties por su producto.
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